Algunos
hermanos separados se escandalizan o por decirlo bíblicamente “se rasgan las
vestiduras” al ver que nosotros los católicos brindamos reverencia, es decir un
respeto especial, a nuestro clero: al Papa, Obispos e incluso a nuestros
Presbíteros (sacerdotes). Pero, todo esto no tiene nada de extraño, puesto que
en la Palabra
de Dios, podemos encontrar un gran número de citas que nos muestran que no
existe nada de malo en mostrar reverencia (veneración) a ciertas personas.
Claro, no hay que confundir la reverencia con la adoración, la cual sólo y
exclusivamente se debe a Dios, pero mientras sea una señal de respeto, cariño o
admiración, no está condenada por la
Biblia , como podemos leer a continuación:
Gn 33.3 El
(Jacob) mismo… se inclinó siete veces hasta el suelo antes de alcanzar
a su hermano.
Gn 33.6 Se
acercaron las siervas de Jacob con sus hijos e hicieron profunda reverencia (ante Esaú).
Gn 33.7 Se
acercó Lía con sus hijos y se
postraron;
por último … José y Raquel y se
postraron
(ante Esaú).
Gn 48,12 José
… se postró delante de su padre hasta tocar el
suelo con la cara
Gn 49.8 ‘A
ti Juda, …, tus hermanos se inclinarán ante ti’.
Ex 18.7 Moisés
salió al encuentro de su suegro, le hizo una profunda reverencia y lo besó.
Jos 5.14 Josué
se postró rostro en tierra ante el ángel.
1 Cr 29.20 Y se arrodillaron para postrarse ante Yavé y ante el rey.
1 Cr 21.21 (Ornán)
salió de la era para postrarse
ante él
(David), rostro en tierra.
1 Re 1.16 Entró, pues, Betsabé al
cuarto del rey (David)… Se arrodilló delante de
él, inclinándose
hasta el suelo.
1 Re 1.23 (Natán)
se presentó ante él (David), inclinándose
profundamente.
1 Re 1.31 Betsabé se arrodilló, inclinándose profundamente hasta el suelo, y exclamó: ‘¡Qué viva por siempre mi señor, el rey
David!’.
1 Re 2.13 Adonías,
hijo de Jaguit, fue a encontrar a Betsabé, madre de Salomón, y se postró ante ella.
1 Re 2.19 Se
levantó el rey (Salomón) para recibirla y se postró ante ella (su madre Betsabé).
1 Re 18.7 Lo
reconoció Abdías y, cayendo
con el rostro en el suelo (ante Elías).
2 Re 1.13 Este
(el jefe), al llegar, cayó
de rodillas ante Elías.
2 Re 2.15 Del otro lado lo vieron los
hermanos profetas de Jericó. Le salieron al encuentro, se
arrodillaron ante él (Eliseo).
2 Re 4.27 Llegó
hasta el hombre de Dios (Eliseo) y se abrazó a sus pies.
2 Re 4.37 Y,
cuando llegó, Eliseo le dijo; ‘Toma tu hijo’. Ella se postró a sus pies y luego salió, llevándose al
hijo.
1 Sam 24.9 Saúl
se volvió para mirar y vio que David estaba inclinado hasta tocar el
polvo
con su cara.
1 Sam 25.23,24 Cuando Abigail divisó a David, se bajó
de su burro, se inclinó ante él y se postró en tierra. Echándose a sus pies …
1 Sam 25.41 Ella (Abigail) postrándose en tierra
dijo: ‘No soy mas que una esclava para lavar los pies de los que sirven a mi
señor David’.
1 Sam 28.14 Saúl
comprendió que era Samuel, y se
postró hasta tocar el suelo con su cara.
2 Sam 1.2 Al
tercer día, llegó un hombre del campamento de Saúl. Al llegar a David, se agachó tirándose al suelo.
2 Sam 9.6 Llegando
al lado de David, Mipibaal, hijo de Jonatán y nieto de Saúl, se inclinó hasta tocar el suelo con su cara.
2 Sam 14.4 La
mujer fue, pues, a ver al rey, se
inclinó hasta tocar el suelo con su cara y dijo: ‘Ayúdame, rey’.
2 Sam 14.22 Joab se puso de rodillas con el rostro en
tierra
y bendijo al rey (David).
2 Sam 16.4 Y
Sibá, arrodillándose, le dijo: ‘¡No sé
como agradecértelo, oh rey (David), mi señor!’.
2 Sam 18.28 Arrodillándose
delante del rey (David), Ajimás le
dijo: ‘Oh rey, bendigamos a Yavé, tu Dios’.
2 Sam 24.19 Cuando
Areuna vio pasar al rey (David) … salió y se postró en tierra.
Dn 2.46 Al oír esto, el rey Nabucodonosor se arrodilló delante de Daniel y ordenó que se le ofreciera un regalo.
Tob 12.15 Temblaron
entonces (Tobías y Tobit), y los dos cayeron con el rostro en tierra (ante el ángel
Rafael).
Rut 2.10 Al oír esto, Rut se inclinó profundamente hasta el suelo y le dijo (a Booz)…
Jd 14.7 (Ajior) una
vez recuperado, se arrodilló a los pies de Judit y le dijo: ‘Bendita seas en toda Judá …’
Mt 18.26 ‘El empleado, pues, se arrojó a los pies del rey, suplicándole’.
Mt 18.29 ‘El compañero se echó a sus pies y
le rogaba’.
Hch 16.29 El
hombre … después de encerrar bien a los demás presos, se arrojó temblando a los pies de
Pablo y Silas.
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