En
primer lugar, hay que destacar que todos en la Iglesia estamos llamados a
interceder los unos por los otros, es decir, a pedir por las necesidades de los
demás. Un despistado, malinterpretando la Palabra de Dios, podría decir que Jesús es el
único intercesor o mediador entre Dios y los hombres, como dice la Biblia y que no hay otro
intercesor fuera de El. Pero, hay que aclarar que cuando nosotros intercedemos,
al hacerlo en el Nombre de Jesús, y al ser nosotros parte de su Cuerpo Místico,
es El quien al fin de cuentas resulta siendo el intercesor. En todo caso
veamos, las citas bíblicas que confirman lo que aquí afirmamos: que todos en la Iglesia podemos interceder
por los demás:
Gn 18.31 Abraham
insistió: ‘Sé que es una osadía de
mi parte hablar así a mi Señor; pero, ¿y si se encuentran allí solamente…?’
Ex 32.30 ‘Voy a subir donde Yavé. Ojalá pueda obtener por ustedes el perdón de este pecado’
Nm 12.11,13 Aarón
le dijo entonces a Moisés: ‘Te lo suplico, Señor, no nos hagas pagar este pecado’. Entonces Moisés suplicó a Yavé.
Nm 21.7 El pueblo fue a ver a Moisés y le dijo: ‘Hemos pecado… Ruega a Yavé por
nosotros…’ Moisés
oró por el pueblo.
1 Re 13.6 El rey dijo al hombre de
Dios: ‘Por favor, suplica a Yavé, tu Dios, y ruega por
mí, para que pueda doblar mi brazo’.
Jer 15.11 ¿No
intercedí ante ti, por mis enemigos,
en el tiempo de la desgracia y de la angustia? Tú lo sabes.
Jer 37.3 El rey Sedecías ordenó …
que fueran donde el profeta Jeremías, con este recado: ‘Ruega
por nosotros a Yavé’.
Jb 42.10 Yavé hizo que la nueva
situación de Job superara la anterior, porque había
intercedido por sus amigos.
Mt 8.5-6 Se le acercó (a Jesús) un
capitán de la guardia, suplicándole: ‘Señor, mi muchacho
está en cama, totalmente
paralizado’.
Mt 15.23 Entonces sus discípulos se acercaron y le dijeron: ‘Atiéndela, mira como grita detrás de nosotros’.
Mt 20.20 Entonces la madre de Santiago y Juan se acercó con sus hijos a Jesús y se
arrodilló para pedirle un favor.
Mc 7.26 Esta mujer era de habla
griega y de raza sirofenicia, y pidió a Jesús que echara
al demonio de su hija.
Mc 5.23 Al
ver a Jesús, se postró a sus pies suplicándole: ‘Mi hija está agonizando; ven e impón tus manos sobre ella para que se
mejore’.
Lc 7.4 Llegaron donde Jesús y le rogaron insistentemente, diciéndole: ‘Este hombre se merece
que le hagas este favor’.
Jn 2.3 Sucedió que se terminó
el vino preparado para la boda … Entonces, la
madre de Jesús le dijo: ‘No tienen vino’.
Hch 8.24 Simón respondió: ‘Rueguen ustedes al Señor por mí, para que no venga sobre mí nada de lo que me han
dicho’.
Rom 15.30 Pero les
ruego, hermanos, en nombre de Cristo
Jesús nuestro Señor y del amor, fruto del Espíritu, que recen
a Dios por mí.
Ef 6.18 Perseveren en
sus oraciones sin desanimarse nunca, intercediendo en
favor de todos los santos, sus
hermanos.
2 Cor 1.10-11 (Dios) seguirá amparándonos, siempre que ustedes nos ayuden con sus oraciones. Sin son muchos los que
piden por nosotros…
2 Cor 9.14 Rogarán
a Dios por ustedes y les tendrán
cariño por la maravillosa gracia que derramó sobre ustedes.
2 Cor 13.9 Y pedimos
a Dios que ustedes lleguen a la perfección.
Fil 1.3-4 Doy gracias a mi Dios cada
vez que me acuerdo de ustedes, es decir, en mis oraciones
por todos ustedes a cada instante.
Col 1.3 En todo momento oramos
por ustedes y damos gracias a Dios.
Col 1.9 Por eso, tampoco nosotros hemos cesado de rezar por ustedes.
Col 4.3 Oren también por nosotros,
para que Dios nos dé palabras y pueda yo anunciar el misterio de Cristo.
Col 4.12 Es un buen servidor de
Cristo Jesús que siempre está orando
fervientemente por ustedes para que
sean perfectos.
1 Tes 5.25 Hermanos, rueguen también por nosotros.
1 Tim 2.1 Ante todo recomiendo que se
hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por
todos, sin distinción de personas.
2 Tes 1.11 Estos son nuestros
pensamientos en todo momento mientras rogamos por ustedes.
2 Tes 3.1 Por lo demás, hermanos, rueguen por nosotros,
para que la palabra del Señor prosiga su carrera y consiga el premio.
2 Tim 1.3 Doy gracias a Dios, a quien
sirvo con conciencia limpia …, cuando constantemente te
recuerdo en mis oraciones noche y
día.
Hb 13.18,19 Rueguen
por nosotros, … Les ruego
encarecidamente que recen a Dios para que cuanto antes pueda volver a Uds.
Stgo 5.16 Recen
unos por otros para que sean
sanados. La súplica del justo tiene mucho poder con tal de que sea perseverante.
Encontramos
también en la Biblia ,
que Dios concede perdón de pecados o bendiciones de todo tipo gracias a la
intercesión de una persona santa:
Gn 20.7,17 ‘El
rogará por ti y vivirás’… Entonces Abraham oró por Abimelec,
y Dios curó a Abimelec, a su esposa y a sus esclavos.
Nm 14.20 Yavé respondió (a Moisés): ‘Ya que tú me lo pides, lo voy a perdonar’.
Nm 17.12-13 Aarón
puso el incienso e hizo la expiación por el pueblo; se paró en medio de los muertos y de los vivos, y el flagelo se detuvo.
Jb 42.8 ‘Mientras
que mi servidor Job rogará por ustedes… Los perdonaré en consideración a él’.
Los
hermanos separados podrán objetar que sí se puede interceder; pero, sólo
mientras estamos en esta vida mas no cuando la persona santa está en la otra
vida. Para refutar esta posición, veamos lo que nos dice el libro de los
Macabeos, donde encontramos que personas santas, ya muertas, pero que por su
vida virtuosa están en presencia de Dios en el Cielo, siguen intercediendo por
nosotros:
2 Mac 15.14 ‘Este es el que ama a sus
hermanos, el que ruega sin cesar por el pueblo judío y por la Ciudad Santa. Es
Jeremías, el profeta de Dios’.
2 Mac 15.12 (Judas) había
visto a Onías, antiguo jefe de los sacerdotes. Este, con las manos levantadas, estaba
orando por toda la comunidad judía.
Leamos;
además, que incluso los ángeles y los poderes celestiales, presentan nuestras
plegarias ante Dios en el Cielo, en otras palabras: interceden también por
nosotros.
Tob 12.12 Cuando tú
y Sara rezaban, yo presentaba tus oraciones al Señor.
Ap 5.8 Lo mismo hicieron los veinticuatro ancianos que tenían … copas llenas de perfumes, que son
las oraciones de los santos.
Ap 8.3 Se le dieron muchos
perfumes: las oraciones de todos los santos que iba a ofrecer en el altar de oro colocado delante del trono.
Ap 8.4 Y la nube de perfumes, con las oraciones de los santos, se elevó de las manos del ángel
hasta la presencia de Dios.
Por
último, veamos en la Biblia ,
que los santos han realizado hechos prodigiosos y milagros, incluso después de
muertos, porque ellos ya gozan de la presencia de Dios. Lo que podían realizar
con el poder de Dios en esta vida, lo siguen realizando ahora con mayor razón,
puesto que viven en la presencia continua de Dios:
2 Re 13.21 Tiraron el cadáver al sepulcro
de Eliseo …, pero el hombre, al tocar los huesos de
Eliseo, cobró vida y se puso de pie.
Sir 48.13 Nada
fue imposible para él (Eliseo) y
hasta en el sueño de la muerte hizo obra de profeta.
Sir 48.14 (Eliseo) en vida hizo
prodigios, y después de muerto, todavía obró milagros.
Por
todas estas razones, es que los católicos creemos firmemente, cimentados en lo
que nos dice la Palabra
de Dios, que María, los ángeles y todos los santos; están viviendo en la
presencia de Dios e intercediendo continuamente por nosotros, alcanzándonos,
cuando así es la voluntad divina, las gracias que les pedimos. No son ellos
quienes hacen el milagro, es Dios quien a través de ellos nos lo concede.
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